Sobre learnability y otras revoluciones.


Han sido mucho los factores que han obligado y llevado de manera forzada el hecho de tener una revolución, una revolución pasiva suena tan idílico y utópico, como el inexorable deseo de una gran mayoría de comer sin engordar.

Desde la revolución agrícola hasta llegar a la industrial, junto con la incertidumbre de perder el trabajo por las maquinas.

Hasta industrial y científica, donde se tomaba un poquito de la informática y ese enorme temor de que las computadoras nos quitarían nuestros trabajos, como si de temores americanos ante la ola de emigrantes se tratara.

Tenemos diferentes factores que han orillado siempre a la superación; y es que no es ningún hecho ajeno a esta revolución tecnológica donde las nuevas generaciones nativamente digitales, muestren una fuerza y adaptabilidad que de los babyboomers hacia atrás nunca se tuvo de una forma tan evidente.

Y aunque el neologismo learnabilty siempre ha estado ahí, de una manera intrínsecamente ligada a los profesionales que han tenido que superarse para estar al día con todos los avances tecnológicos, es en el muy corto tiempo que ha ido tomando un poco más de fuerza y nos es nada más que la capacidad que tiene el ser humano para el aprendizaje, si tomamos de una manera textual la traducción, podremos decir que es la aprendibilidad que tenemos.

La aprendibilidad ha tomado fuerza pero en realidad no es algo nuevo, de acuerdo con la ya reemplazada ISO/IEC 9126, se refería principalmente a la capacidad de un producto de software para permitir al usuario aprender a usarlo, lo que ahora consideramos como intuitivo, la misma era considerado entonces como un aspecto de la usabilidad.

Pero no caigamos en el error de considerar que es un aspecto exclusivo de las áreas relacionadas a los sistemas computacionales, desde el punto de vista docente, podremos adoptarlo como aquella cualidad que tiene cada estudiante para llegar a tener un conocimiento de aprendizaje, es una herramienta que influye en factores como una actitud positiva y si ésta influye, por ende apoya en determinar el qué y cómo aprender.

Si lo analizamos desde un punto de vista de fuerza laboral, tenemos herramientas que pueden apoyar a reforzar la aprendibilidad, tal es el caso de la mejora y/o formación continua, dado que la misma apoya en el cumplimiento de aprendizajes útiles para la función profesional, que pueden ser apoyados desde los conocimientos formales y académicos, hasta las disciplinas relacionadas a las habilidades blandas como es la inteligencia emocional.

Ahora, después de revisar un poco a detalle el término learnabilty y ver como se relaciona con otras habilidades blandas y disciplinas, podríamos considerar que esta misma forma parte de la nueva revolución, una revolución humana desde un punto consciente en el conocimiento. Después de que a todos nos deja claro y demostrado los pasos agigantados que se dan con las nuevas tecnologías, la misma velocidad de actualización está creando una brecha de conocimiento profesional que deja una laguna de conocimiento en distintas áreas y se observa desde la docencia. Aunque suene a chiste, ¿cuantas veces no vimos sufrir a los maestros con encender un simple proyector? Y propiamente no creo que haya sido exclusivo de una generación, ahora los nuevos escenarios a los que se enfrenta la docencia pueden ser a los ambientes de aulas y clases virtuales.

Esta bifurcación de conocimiento, siempre ha existido, ahora deja de un lado a los profesionales que tienen las habilidades que exigen en el mercado actual y aquellos que no. Todo se ha multiplicado en términos que en un principio parecían ajenos o de ciencia ficción, tales como la automatización, inteligencia artificial y robótica, todo este escenario apenas comienza y trae consigo aspectos y nuevas herramientas como el machine learning, por mencionar alguno. ¿A qué nuevos retos se enfrentan las generaciones futuras? ¿Qué nuevas habilidades para determinados puestos serán los que exija la demanda laboral?

La learnabilty nos mostraría como el desarrollo profesional otorgará una seguridad y no me refiero a expertos unilaterales, que aunque no los considero algo negativo, no hay lugar a dudas que tener aspectos multidisciplinarios abre una nueva oferta de oportunidades.

Aunque no es un escenario exclusivo, no deja de ser apremiante como nuevas generaciones como la millennial o la z se verán envueltas en una maratón de aprendizaje continuo y donde la habilidad de la aprendibilidad, marcará un antes y después en el escenario profesional, donde se llegará a una nueva oferta de mano de obra laboral, esto desde el punto de vista empresarial, marca una nueva tendencia de seguimiento, donde áreas como recursos humanos y capacitación tendrán que tener herramientas de análisis relacionadas al big data para dar un seguimiento de la nueva actualización de conocimientos que lleguen a obtener los actuales empleados. Esto mismo aplicará en diferentes áreas, por mencionar algunas como la académica, donde las formas de aprendizaje se verán obligadas a innovar en nuevas técnicas, como la ahora conocida como aula invertida, donde el maestro es un experto en cierto tema y los alumnos están en la obligación de informarse por su cuenta, llevando al salón de clases debates y soluciones que no se podrían brindar en una forma tradicional. Áreas relacionadas a la de salud, se verán severamente revolucionadas en el estudio de la mente y de los entornos sociales, entre otras.

Sin lugar a dudas la aprendibilidad o learnability es un tema amplio, digno de la discusión por los impactos que ésta podría generar, desde el punto de vista de nuevos empleados, nuevas formas de organización y el mismo desarrollo individual, pero eso lo dejaremos para otra publicación.

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